MEXICALI, (únicoBC).- Remontémonos al
año 1981, un joven mexicalense sale en busca de alcanzar sus sueños ante una
sociedad cerrada, machista y conservadora que lo ve como una especie extraña,
fuera de lugar, un mal ejemplo.
Ese joven era
Manuel Torres, quien buscaba convertirse en bailarín de danza contemporánea,
una actividad cultural exclusiva para mujeres de aquel Mexicali de principios
de la década del ochenta.
“Recibía insultos,
gritos, groserías, me aventaban hielos, vasos, limones, pero eso no demeritó
mis ganas de seguir bailando, pero yo me decía: Algún día seré famoso”,
recuerda con un nudo en la garganta quien es considerado el primer bailarín de
danza contemporánea profesional en Baja California.
En aquellos días
de remar contracorriente, hubo dos personas que creyeron en él: Su señora madre
y la maestra Carmen Bojórquez, de quien recibió los primeros consejos en la
Casa de la Cultura.
Ahora a 37 años de
carrera, Torres Martínez sabe que el sacrificio valió la pena.
“Abrí el camino,
puse el ejemplo por decirlo así. Tumbé barreras, rompí con tabúes, preparé el
camino para los que vienen detrás de mí para la danza”, subrayó.
Sus primeros pasos
arriba del escenario se dieron como integrante del grupo conocido como Paralelo
32, considerado el primero de su género en el noroeste, con el cual recorrió
las principales ciudades del país.
En 1992 estudió
por un año en Nueva York. Esta experiencia le valió para alcanzar la
internacionalización al recorrer países como Hungría, Corea del Sur y gran
parte de Estados Unidos al lado de diferentes compañías.
Una de las grandes
satisfacciones de Manuel Torres es ser uno de los últimos alumnos de la maestra
Waldeen von Falkestein, icono de la danza en nuestro país. Eso fue en 1982 en
Oaxaca.
(El reportaje completo en la edición impresa y digital de únicoBC, Nuestras Historias de Éxito)
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